La ansiedad es un problema de salud mental que afecta a millones de personas en todo el mundo. En un mundo cada vez más acelerado y estresante, encontrar estrategias efectivas para reducir la ansiedad se ha convertido en una prioridad para muchas personas. En este contexto, el mindfulness ha emergido como una poderosa herramienta para abordar la ansiedad de manera efectiva. En este artículo, exploraremos cómo la práctica del mindfulness puede contribuir a la reducción de la ansiedad y promover el bienestar mental.
Primero, debemos comprender lo que es el Mindfulness y lo que conocemos metafóricamente como “la mente del perro”. El mindfulness, o atención plena, es una práctica milenaria que se originó en las enseñanzas budistas, pero en la actualidad se ha popularizado y adaptado en diferentes culturas y contextos. Se trata de la capacidad de prestar atención de manera consciente y sin juzgar a la experiencia presente. Implica estar plenamente presente en el aquí y ahora, observando los pensamientos, emociones y sensaciones físicas sin reaccionar de manera automática o impulsiva.
Cuando hablamos de “la mente del perro” hablamos de la atención plena centrada en el presente. Cuando un perro sale a dar su paseo utiliza todos sus sentidos para explorar aquello que está viviendo actualmente: se centra en los olores que hay a su alrededor, en lo que puede ver ahora mismo, en lo que están tocando sus patas y en el tacto del césped en el que está. Antes de dar el paseo, el perro no está pensando “ah, en una hora salgo a dar el paseo” “qué ganas tengo de ir a la calle, a ver si nos da tiempo a llegar hasta el parque de la otra calle”, es decir, no se está anticipando, no está ansioso. Simplemente está en el momento presente.
En cambio, nosotros desde por la mañana estamos pensando “tengo que despertarme ya porque el perro tiene que salir cuarenta minutos y me tiene que dar tiempo a arreglarme para irme al trabajo”, durante el paseo podemos estar pensando en cómo organizar lo que nos queda de día , por ejemplo “tengo que salir de casa a las 9 pero necesito poder parar luego para hacer la compra y que tener tiempo de hacer la comida y volver a sacar al perro” y así constantemente, anticipándonos y cuando queremos darnos cuenta, ya se ha terminado el día y no hemos disfrutado de nada, porque estábamos en piloto automático.
¿Cómo puede ayudarnos el Mindfulness con la ansiedad?
- Conciencia del momento presente: El mindfulness promueve la atención al momento presente, lo que puede ayudar a reducir la ansiedad. La ansiedad suele estar relacionada con preocupaciones sobre el futuro o remordimientos sobre el pasado. Al centrarse en el presente, las personas pueden liberarse de las cadenas de pensamientos ansiosos que las atormentan y experimentar una sensación de calma.
- Aceptación y no juicio: nos enseña a aceptar nuestras experiencias tal como son, sin juzgarlas. Esta actitud de aceptación reduce la resistencia a la ansiedad y puede disminuir la intensidad de la misma. Cuando dejamos de luchar contra la ansiedad y en su lugar la observamos con compasión, perdemos el miedo a la ansiedad, lo que puede llevar a una disminución significativa de la misma.
- Reducción del estrés: El estrés crónico es un desencadenante común de la ansiedad. El mindfulness se ha demostrado efectivo en la reducción del estrés al disminuir la reactividad al mismo. Al practicar la atención plena, las personas pueden aprender a manejar el estrés de manera más efectiva y, como resultado, experimentar menos ansiedad en su vida diaria.
- Mayor autoconciencia: es un componente clave en la reducción de la ansiedad. El mindfulness ayuda a las personas a comprender mejor sus patrones de pensamiento y reacción. Esto permite identificar las señales tempranas de la ansiedad y tomar medidas antes de que se convierta en un problema abrumador.
- Regulación emocional: A través de la práctica, las personas pueden aprender a lidiar con las emociones de manera más saludable, en lugar de reprimirlas o dejarse arrastrar por ellas. Esto puede reducir la intensidad de la ansiedad y mejorar el bienestar emocional en general.
Si practicamos mindfulness de manera regular, podemos conseguir una mejora significativa en nuestra calidad de vida, puesto que lograremos transitar nuestro día de forma más tranquila y equilibrada.