¿Te suenan los siguientes estilos de pensamiento? “Nunca lo vas a lograr” “no vas a llegar” “nadie te va a querer” “esto es insuficiente” “tiene que estar perfecto” “esto no es justo” “seguro que se están riendo de mi” “no puedes con esto”
En psicología conocemos estos pensamientos como “pensamiento automático negativo”. A mi me gusta describirlos como un monstruo gigante que te dice que el mundo es un lugar peligroso, que todo va a salir mal o que no eres suficiente. Puede tener muchas frases distintas, porque se alimenta de tus miedos. Desde tu infancia ha estado a tu lado, alimentándose de aquello que te asusta, que supone un riesgo y dañando cada vez más tu autoestima y bajando tu estado de ánimo. Puede hacer que estés siempre anticipando, o con un pensamiento catastrofista, incluso puede hacer que evites muchas situaciones que en realidad no suponen un riesgo real.
Este pensamiento se apodera de ti y es el que te genera emociones desbordantes e incluso te paraliza. Forma tu dialogo interno y hace que te hables muy mal y que te juzgues de forma muy severa. Te enseño algunos trucos para gestionarlo.
La mejor manera de enfrentar este pensamiento es cuestionarlo. Podemos hacerlo a través de lo que se conoce como “pensamiento alternativo” que a mi me gusta describir en mis sesiones como un pollito que está desnutrido, que es muy pequeñito y al que apenas hacemos caso a pesar de ser muy lógico. Este pollito es el que nos dice “sí que puedes con esto” “igual sale bien o igual sale mal, pero tenemos recursos suficientes para afrontar lo que nos venga” “eres una gran persona”. Es decir, no es un pensamiento fantasioso que nos dice que todo nos va a ir genial y que nunca nos pasará nada, sino un pensamiento lógico y optimista que nos habla de nuestra valía y de nuestros recursos para afrontar situaciones complejas.
¿Qué podemos hacer?
Alimentar a este pollito. Tenemos que darle de comer hasta que tenga el tamaño y la fuerza suficiente como para vencer al otro. No es un camino sencillo, porque el monstruo te ha acompañado durante todos estos años de tu vida, y has creado patrones de comportamiento y pensamiento en base a lo que te dice. Pero si poco a poco vamos haciendo caso al pollito, veremos como se hace más grande y el otro pierde fuerza.
Para ello, escucha con atención el mensaje que te transmite el pensamiento automático negativo y genera desde ahí un pensamiento alternativo. ¿Qué diría el pollito ante esto? Te pongo un ejemplo:
Pensamiento automático negativo (monstruo): “te van a despedir del trabajo y todo va a salir mal”
Pensamiento alternativo (pollito): A ver, es poco probable que me despidan, hago bien mi trabajo y me esfuerzo mucho. Pero si eso sucediera y me despidieran, no pasa nada, en el momento en el que suceda podré afrontarlo y ya veré cómo lo hago, pero estaré bien porque tengo muchos recursos, soy muy trabajador, tengo experiencia, o ganas de trabajar y aprender y podré encontrar otra manera de ganarme la vida.
Las emociones que te genera el pensamiento automático negativo suelen ser desesperanza, tristeza, miedo, angustia…¿no? Pero si aprendemos a hablarnos desde el pensamiento alternativo nuestras emociones serán más parecidas a las de tranquilidad, serenidad, calma, alegría, entre otras.
Algo que puede ayudarte mucho a iniciarte en este proceso es ¡escribirlo! Prueba a escribir aquello que te dice el pensamiento negativo y al lado escribir lo que diría el pollito.